Medicina, Magia, Religión y locura en Senegal.

Jose Joel Ruiz Lacambra

El concepto de enfermedad mental viene determinado por el contexto sociocultural y ambiental en el que se vive. En Senegal existen sistemas etiológicos específicos y las opciones terapéuticas dependen de la accesibilidad a los servicios de salud y del poder adquisitivo, pero también de aspectos culturales.

El Sistema de Salud oficial cuenta con una desigual oferta de servicios en Salud Mental. A pesar de su importancia, la medicina tradicional ocupa un lugar marginal en su estructura. El estado ha mostrado voluntad política en promoverla sin embargo se ha encontrado con múltiples obstáculos.

Diversas influencias culturales han posibilitado que varios sistemas terapéuticos coexistan aportando diferentes respuestas a las múltiples dimensiones de la enfermedad mental. Esta se sitúa en un contexto donde su interpretación está estrechamente vinculada con factores mágico-religiosos, el grupo, las plantas medicinales y el poder simbólico de ciertos rituales.

En 1959 se creó el primer centro psiquiátrico (Hospital de Fann), dirigido por un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de diferentes disciplinas (psiquiatría, psicoanálisis, etnología, antropología, sociología) que trabajaron con sanadores tradicionales para entender la representación de la enfermedad mental de las poblaciones. La cultura marcó el funcionamiento del centro lo que implicó la adopción de medidas novedosas (Escuela de Dakar) que rompían con la medicina colonial.

En la actualidad la mediación intercultural en la etnopsicoterapia se considera fundamental para crear una hibridación entre la psiquiatría convencional y los rituales terapéuticos tradicionales.

La implementación del Plan de Acción de Salud Mental refleja una situación de déficit de estructuras, financiación, investigación y profesionales, así como la prevalencia de las diferentes patologías.

Hablar de Salud Mental en Senegal, no es fácil. Sigue siendo un tema tabú y múltiples representaciones socioculturales promueven el estigma social. Para abordarlo de forma eficiente, es fundamental establecer un diálogo intercultural entre los diferentes sistemas médicos.