La cooperación universitaria entre el Norte y el Sur ha sido una herramienta fundamental para impulsar el desarrollo global, pero a menudo se ha visto marcada por desequilibrios de poder y prioridades divergentes. Esta comunicación se propone abordar la necesidad de transformar estas relaciones para crear asociaciones académicas más equitativas y orientadas hacia el beneficio mutuo.
Esta comunicación propone una reflexión crítica sobre estos desafíos, utilizando mi experiencia personal de tres intercambios Erasmus+ en Costa de Marfil colaborando con universidades locales, como estudio de caso en el que se ponen de manifiesto tanto el potencial como las limitaciones inherentes a las colaboraciones académicas Norte-Sur.
A través de ejemplos concretos, analizaré cómo las relaciones jerárquicas y la dependencia de fondos externos pueden afectar a la sostenibilidad y pertinencia de los proyectos de colaboración, y cómo las prioridades impuestas desde el Norte pueden limitar la capacidad de las instituciones del Sur para definir y liderar sus propias agendas de desarrollo.
Asimismo, se exploran alternativas que buscan equilibrar estas dinámicas, incluyendo un mayor protagonismo de las instituciones del Sur en la toma de decisiones, un enfoque que priorice las necesidades y contextos locales y estrategias para un intercambio de conocimientos más equitativo, como por ejemplo mediante laboratorios sociales académicos.