El Acuerdo de Samoa. Continuismo neocolonial. Contención de la migración y gestión de la movilidad.

Isabel Otero González

A partir del Tratado de Roma, la renovación o reformulación de convenciones, pactos y acuerdos que regulan las relaciones entre Europa y África no ha cesado. En 2024 se ha renovado el marco jurídico que funciona como base reguladora de las relaciones entre la Unión Europea (UE) y sus Estados Miembro (EM) y la Organización de Estados de África, Caribe y Pacífico (OEACP). Poner atención al recorrido histórico de estos acuerdos nos proporciona información sobre qué concepciones se manejan de sociedad, economía, seguridad, cooperación… y sus transformaciones en el tiempo. Términos como gobernanza, multilaterismo, gestión integrada… su uso y significados nos muestran cómo se está construyendo hoy el orden global.
Asimismo, acercarnos a la elaboración de estos marcos permite señalar qué poderes los posibilitaron y posibilitan; concretamente, el Acuerdo de Samoa evidencia la continuidad del repertorio de poder neocolonial europeo aplicado en territorio africano, y no exclusivamente africano.
Por último, estos marcos contribuyen a mantener, reproducir y/o construir realidad social, de formas que van más allá de los objetivos autoproclamados; y en este sentido, pretendo señalar cómo opera la lógica del racismo en la aplicación de estos marcos, concretamente en materia migratoria. Esto es prioriario por la sistemática vulneración de derechos y la deshumanización de cierta población migrante; que es "justificada" de modos diversos y variopintos y ejecutada a través de necropolíticas.
Mi propuesta investigadora consiste en un acercamiento histórico a los acuerdos internacionales que regulan las relaciones entre Europa y África, poniendo el foco en el recién aprobado Acuerdo de Samoa, analizando su lógica interna y profundizando en la regulación en materia migratoria.