Como en toda contienda militar, los ejércitos despliegan significativos esfuerzos logísticos y, especialmente, en la atención a sus heridos y muertos en combate. La intervención de tropas coloniales marroquíes en el ejército franquista durante la Guerra Civil supuso desarrollar una red de hospitales militares que atendieron a los soldados musulmanes, y que se situarían aparte de los hospitales que atendían al resto de la tropa. Igualmente se habilitaron espacios para enterrar a los difuntos musulmanes, en parcelas adyacentes a los cementerios municipales. Los hospitales y cementerios se emplazaron a lo largo del avance del ejército franquista, desde Andalucía hasta el norte peninsular, rodeando Madrid hasta Zaragoza. Décadas más tarde, estos antiguos emplazamientos funerarios, a pesar de que algunos acabaron desapareciendo físicamente, fueron reivindicados por comunidades musulmanas locales para reabrirlos y dar servicio a las actuales necesidades funerarias de los musulmanes españoles.
El objetivo de esta ponencia es describir la organización de estos espacios funerarios durante la contienda, pero especialmente en el periodo inmediatamente posterior al final de esta, para mostrar el interés de las autoridades militares para localizar con exactitud el emplazamiento de las tumbas que fueron situadas en los cementerios municipales. Así lo indicaba un documento que consta en el Archivo General de la Administración, con fecha de marzo de 1940, en que se ordena inspeccionar todos los cementerios para localizar los difuntos musulmanes. La orden de la jefatura militar quería garantizar su estricta separación respecto los cadáveres cristianos. Una vez que los cementerios volvieron a ser gestionados por la Iglesia católica, ¿el ejército sólo quiso separar los difuntos, o pensó en exhumar a los difuntos musulmanes para agruparlos o, incluso, para repatriarlos a Marruecos?
DE CEMENTERIOS OLVIDADOS A ESPACIOS RECUPERADOS. LOS CEMENTERIOS MUSULMANES DURANTE Y DESPUÉS DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
Jordi Moreras Palenzuela