Las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETDs) son un grupo de diversas afecciones, causadas por una variedad de patógenos que incluyen virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas, entre las que se incluye la Ulcera de Buruli, lepra, la filariasis linfática, leishmaniasis, micetoma, cromoblastomicosis y otras micosis profundas, noma, chagas, dengue, chikungunya, dracunculiasis, equinococosis, trematodiasis, tripanosomiasis africana humana, oncocercosis, rabia, sarna y otras ectoparasitosis, esquistosomiasis, helmintiasis, teniasis/cisticercosis, tracoma, pian y el envenenamiento por mordedura de serpiente. Estas enfermedades tienen consecuencias sanitarias, sociales y económicas devastadoras. Se estima que las NTDs afectan a más de 1 mil millones de personas, mientras que el número de personas que requieren intervenciones para NTDs (tanto preventivas como curativas) es de 1.6 mil millones.
Las ETDs son el resultado de una compleja interacción entre factores socioeconómicos, ambientales y políticos, y están estrechamente ligadas a las inequidades estructurales, así como al legado del colonialismo en todo el mundo. El término mismo de “Tropicales” refleja una visión sesgada y eurocéntrica de la salud global, una narrativa que ignora el hecho de que las ETDs afectan a comunidades en todo el mundo y que su prevalencia está estrechamente relacionada con factores socioeconómicos y ambientales más amplios. Asimismo, el término “Desatendidas” ha sido objeto de crítica. ¿Son enfermedades desatendidas? ¿O poblaciones desatendidas?
La descolonización de la salud global implica reconocer y abordar estas inequidades estructurales, así como desafiar las narrativas dominantes que contribuyen a la marginación de las poblaciones afectadas por ETDs. ¿Por qué las ETDs pueden hacernos repensar la mirada a la salud global?
Los mapas de inversión en producción e investigación de las compañías farmacéuticas y corporaciones de tecnología médica transnacionales muestran la existencia de profundas inequidades. El término “brecha 10/90” se refiere al hecho de que el 90% de los esfuerzos y recursos destinados a la investigación biomédica se destinan a problemas que afectan tan sólo el 10% de las prioridades en salud pública a nivel global, y de igual forma, solo se destina el 10% de dichos recursos de investigación a solucionar problemas de salud que afectan al 90% de la población mundial. Esta brecha entre la investigación biomédica y las prioridades de salud pública no debe tomarse al pie de la letra desde un punto de vista estadístico, pero no cabe duda de que el actual sistema de investigación se basa en gran medida en los incentivos del mercado, dejando de lado a las poblaciones más vulnerables.
Históricamente, las ETDs han sido descuidadas por la comunidad científica, ligadas a una falta de inversión en investigación. La falta de atención y financiamiento adecuados ha llevado a una subrepresentación de estas enfermedades en la agenda de investigación global, perpetuando así su olvido y afectando negativamente a las comunidades más vulnerables. Esta negligencia histórica de la investigación hacia las ETDs ha sido el resultado de una combinación de la mencionada falta de interés comercial, la complejidad del diagnóstico y tratamiento, así como de una falta de priorización política. En África, la falta de iniciativas de investigación y desarrollo de soluciones efectivas ha agravado el sufrimiento de aquellas poblaciones que más las padecen.
A la falta de generación de evidencia, se suma el hecho de que la investigación sobre ETDs a menudo ha carecido de un enfoque contextualizado, lo que ha llevado a intervenciones ineficaces, e incluso en algún caso, perjudiciales. ¿Puede investigación socio-antropológica contribuir la generar un conocimiento accionable para responder eficazmente a los desafíos de salud global?
La antropología médica busca comprender cómo las creencias, prácticas y sistemas de conocimiento locales influyen en la salud y el bienestar de las personas, y cómo estas dinámicas interactúan con las estructuras de poder más amplias. Visibiliza saberes locales y pluralismo médico, memorias múltiples de las ETDs y de su gestión, solidaridades diversas frente a una visión de la enfermedad como una vivencia individual y colectiva, forman parte intrínseca de las sociedades africanas y de sus experiencias individuales y comunitarias de la salud, la enfermedad y la atención.
La investigación biomédica tiende a centrarse en aspectos biológicos y clínicos de las enfermedades, a menudo pasando por alto los contextos sociales, culturales y políticos en los que estas enfermedades surgen y se propagan. La dicotomía entre la investigación biomédica y socioantropológica lleva implícita una fragmentación del conocimiento que limita la capacidad de abordar de manera efectiva los desafíos de salud global. ¿Cómo podemos construir preguntas de investigación sean relevantes para las políticas de salud pública, contextualmente apropiadas y culturalmente sensibles?
En el presente panel proponemos dar luz a los aportes de unir diferentes perspectivas científicas como ejemplos de la respuesta africana a las enfermedades olvidadas. Dichos ejemplos, nos invitan a cuestionar las tensiones existentes entre las perspectivas biomédicas y socioculturales como una metáfora del dilema decolonial, de las relaciones de hegemonía-subalternidad existentes entre las miradas biomédicas y las centradas en personas, familias y comunidades afectadas. El panel quiere ser una invitación a explorar cómo las respuestas africanas a las enfermedades tropicales desatendidas como una oportunidad global para descolonizar el ámbito de las investigaciones. Y proponemos hacerlo desde una perspectiva crítica con el propio sistema académico e investigador, invitando a cuestionarnos la composición de los consorcios y de los equipos de investigación, replanteando la consolidación de una investigación más equitativa desde su misma estructura.
¿Participan las investigaciones en ETDs en África a la reproducción las desigualdades estructurales y los legados del colonialismo? En el ámbito de investigación en ETDs aún es palpable el legado del colonialismo en términos de una marcada predominancia de instituciones y personas expertas del Norte Global, con implícitos desequilibrios en la toma de decisiones, la distribución de recursos y la definición de las agendas de investigación. Las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los equipos de investigación, y son pocos los casos en los que la población afectada participa activamente en todas las fases de las investigaciones. Todo ello perpetúa relaciones de poder desiguales y resulta en investigaciones que no reflejan las necesidades reales de las comunidades afectadas por ETDs.
Promover la equidad en la composición de los equipos investigadores y consorcios internacionales, permite avanzar hacia una investigación más inclusiva, colaborativa y orientada a resultados, que tenga un impacto significativo en la prevención, el control y el tratamiento de las ETDs. Es un paso más que permite reconocer y abordar las narrativas y prácticas que perpetúan la marginación y la exclusión de las comunidades afectadas por ETDs, un paso más en el necesario cuestionamiento de las dicotomías y jerarquías de conocimiento.
¿Cómo podemos avanzar hacia una Salud Global más equitativa?
25. Aprendizajes y cuestionamientos desde las investigaciones socio-antropológicas en Enfermedades Tropicales Desatendidas en África: Tejiendo puentes para una Salud Global más equitativa
Anna Gine
Fundación Anesvad
Berta Mendiguren
Fundación Anesvad. Grupo de Estudios Africanos de la UAM.
Arantzazu Quintana
Fundación Anesvad