Actualmente, estamos experimentando una profundización de la autocratización a nivel mundial. El análisis sobre este fenómeno se undamenta en diferentes aspectos: el impacto s de las medidas para mitigar la pandemia de Covid-19, que limitaron las libertades de movimiento conquistadas; el papel de la represión política en determinados contextos, que ha atacado especialmente a la disidencia; la polarización política, que erosiona la democracia en los países multipartidistas, o entre otros aspectos, el impacto de la desinformación o la proliferaciónde golpes de Estado en este siglo (Boese et al. 2022; Sinkkonen, 2021). A esta realidad cabe sumar la fragilidad de las instituciones democráticas y su instrumentalización por parte de determinadas fiuras políticas con el objetivo de mantenerse en el poder, convirtiendo las elecciones o las legislaturas en algo meramente cosmético y de apoyo al régimen en cuestión, erosionando así la pluralidad de posiciones (Sá & Sanches, 2021).
Según los índices que valoran la calidad de las democracias, como el Freedom House o Varieties of Democracy, el continente africano cuenta con una mayoría de “regímenes no libres”, “regímenes híbridos” o “autocracias electorales”. Los factores históricos contribuyen a ello, ya que algunos países nunca han pasado por un verdadero proceso de apertura democrática, como son los casos de Camerún o de Angola, pero también contribuyen a este escenario factores más coyunturales, como los consecutivos golpes de Estado en la región del Sahel desde el golpe en Mali en agosto de 2020. Sin embargo, es necesario observar la diversidad existente cuando observamos los regímenes políticos de carácter autoritario, ya sean civiles o militares. Golpes militares como el de Burkina Faso en septiembre de 2022, el de Níger en julio de 2023 o el de Gabón en agosto de 2023 fueron acogidos con un considerable entusiasmo inicial por las poblaciones, a diferencia del de Mali (Mateos, 2023). Hay casos en los que los intentos de los mandatarios de prolongarse en el poder durante un tercer o cuarto mandatos tienen éxito (en Togo, con Faure Gnassingbé, por ejemplo), a diferencia de otros, que cuentan con una fuerte oposición civil y política (como demostró en 2024 el intento de Macky Sall de posponer las elecciones en Senegal). Por último, hay países cuyos partidos gobernantes no han cambiado desde sus independencias, al margen de que se trate de países democráticos o autoritarios (los casos de Botsuana y Angola, respectivamente), mientras que hay otros en los que los partidos de la oposición se convierten en partidos gobernantes, favoreciendo así una alternancia (véanse los casos de Liberia, de Sierra Leona o Guinea-Bissau).
De este modo, la arena política sigue estando dominada por determinados partidos u otros actores políticos , lo que limita la competencia y la alternancia en la gobernanza. Asimismo, la literatura académica sobre política sigue centrándose más en los titulares y en el poder ejecutivo y no en las oposiciones, y el continente africano no es una excepción (Helms, 2023). Se echan de menos estudios sobre las oposiciones políticas, a pesar de que se consideran esenciales y necesarias en los sistemas democráticos para los procesos de impugnación, competencia y rendición de cuentas (Kotzé & García-Rivero, 2008).
En el continente africano, la oposición partidista está restringida debido a un autoritarismo omnipresente desde las conquistas de la independencia (Kotzé & García-Rivero, 2008). Además de esta restricción, los partidos opositores carecen de capacidad organizativa e incentivos y ven limitadas sus actividades. Los partidos de la oposición suelen ser débiles, con dificultades para convertirse en partidos nacionales y también para establecerse localmente, por lo que sus estrategias de reclutamiento son más difíciles que las de los partidos en el poder (Uddhammar et al., 2011; Paget, 2022; Sjögren, 2024). Esta ola de autocratización también ha visto un aumento de las protestas y acciones, en las calles y en línea, contra el deterioro de la calidad de la democracia representativa (Mateos & Erro, 2021; Sanches, 2022).
A pesar de ello, incluso en un contexto de erosión democrática, hemos asistido a una progresiva ganancia de terreno por parte de las oposiciones en algunos países, incluidos sistemas de partidos dominantes como los del sur de África, donde la oposición gana terreno en cada momento electoral. También hemos visto victorias electorales de candidatos de la oposición en determinados paísesregímenes híbridos, como ocurrió en Liberia y Senegal en enero y marzo de 2024. En el caso de Senegal, las protestas populares contra el control de las instituciones democráticas por parte de Macky Sall fueron decisivas para la victoria del partido PASTEF y de su candidato Bassirou Diomaye Faye.
En un contexto de gran variación en el grado de institucionalización de los partidos de oposición, en su despliegue local y/o nacional y en las agendas e ideologías que movilizan, y partiendo de la premisa de que el estudio de las oposiciones políticas es esencial para los estudios de los sistemas políticos, las democracias y las dinámicas de poder, este panel plantea las siguientes preguntas, aplicadas al continente africano: durante esta creciente dinámica de autocratización, ¿cómo se expresa la disidencia y se movilizan las agendas antigubernamentales? ¿Qué espacios están disponibles para la acción de la oposición? ¿Cómo actúan los partidos de la oposición? ¿Qué agendas para la democracia y la democratización se proponen? ¿Cómo conectan con la ciudadanía, los movimientos de protesta política o el activismo político que no forma parte de los partidos políticos? ¿Qué novedades y continuidades aportan fenómenos como PASTEF en Senegal y qué implicaciones tiene para la realidad democrática de los países africanos?
A partir de estas preguntas, los principales objetivos del panel son explicar las estrategias de movilización, acción y propuesta de agendas de los partidos políticos de oposición y mapear la interacción entre los partidos de oposición y los ciudadanos y activistas.
El panel pretende así responder a las lagunas existentes en la literatura sobre la política de oposición en África. Está abierto a propuestas basadas en estudios de caso y estudios comparativos que se centren en los temas de la formación, movilización y desempeño institucional de los partidos de oposición, especialmente centrándose en regímenes autoritarios competitivos que cuentan con instituciones con representantes electos. Serán bienvenidos trabajos de diferentes disciplinas y perspectivas interdisciplinares en Estudios Africanos.