La apertura de la Campaña de Solidaridad e Interdependencia Norte – Sur, por la Asamblea del Consejo de Europa en Estrasburgo, el 26 de enero de 1988 marcó un punto de inflexión en la llamada cooperación para el desarrollo y el empoderamiento del fenómeno ONG en Europa como nuevo instrumento de mediación en las relaciones entre los países miembros de la Unión Europea y los llamados en vías de desarrollo, con África como uno de los focos preferentes, adquiriendo un protagonismo que hasta entonces era monopolio de las organizaciones religiosas creadas durante la colonización, convirtiéndolas en la plataforma de penetración de la sociedad civil europea en África.
Este hecho marcó también lo que ha sido definido como industria humanitaria y los anglófonos como Charity business, por la actividad económica que generó.
De pronto, la palabra ayuda adquirió su máxima expresión, y en África, las ONG europeas aparecieron como hongos con proyectos de lo más variopinto y sus agentes, como los nuevos salvadores enviados a liberar a los míseros y pobres negritos.
Una década después, empezaron a emerger denuncias sobre la gestión, eficacia y resultados de la multitud de acciones que habían sido llevadas o estaban siendo llevadas a cabo en toda África, siendo así cómo surgiría la expresión, fatiga del donante, con la que estos y sin asumir sus errores definieron una situación que ilustré con esta otra de frustración del receptor.
36 años después de promulgada dicha campaña, la sensación compartida por todas las partes implicadas en su ejecución es de fracaso de una iniciativa que fue presentada al mundo como panacea a la solución del empobrecimiento de los países africanos y las desigualdades Norte – Sur.
¿Por qué ha pasado esto y cuál puede ser su solución?.
A estas dos preguntas se va a centrar la presente comunicación.
A migração é um fenómeno vetusto da sociedade mundial, porém, os factores que o determinam são variados e adaptam-se no tempo e no espaço. Esta pesquisa procura discutir a questão dos Factores de Emigração: O caso do Sahel. Questionando-se que factores impulsionam os movimentos migratórios na região do Sahel? Assim, queremos identificar os factores, mais também, analisá-los, com vista a responder a nossa pergunta de partida e atingir o nosso objectivo geral, recorremos ao método de abordagem qualitativa, as técnicas bibliográficas e documental. Pelo que, verificamos que os factores que impulsionam os movimentos emigratórios no Sahel são factores securitários, as guerras civis, a movimentos rebeldes, as alterações climáticas, a insegurança alimentar, os factores de natureza política, o falhanço do Estado pós-colonial e a inépcia dos governos, forçam os indivíduos a saírem das suas zonas de residências por conta desta violência estrutural para zonas incertas.
¿Por qué hablar del imperativo ético-científico respecto de la liberación y el renacimiento del mundo negro? Este trabajo parte de una observación: es a partir de la negación del hombre negro y de su capacidad intelectual por parte de los teóricos occidentales, que no responsabilizan al negro de una cultura, que ciertos investigadores negros africanos se han comprometido durante siglos a nuestros días para iniciar la liberación y el renacimiento del “mundo negro” (expresión del profesor Joseph Ki-Zerbo o “pueblo negro” del escritor Mongo Beti). En el África negra fue necesario ver surgir concepciones teóricas para liberar al negroafricano.
La cuestión ética y científica es la base de la investigación africana para lograr la liberación o el renacimiento del hombre y, más precisamente, el renacimiento del hombre negro. El imperativo ético se basa en Maat. Debemos liberarnos de la interpretación del hombre y la cultura negros basada en presupuestos gratuitos y peligrosos para humanidad. La Ciencia Africana no es africana porque quisiera ser diferente, sino porque quiere ser una Ciencia de Maat/Meyi, Unu Maa, de lo que es verdadero y correcto. Sólo hay observación sobre la crítica de los hechos.
Una nueva epistemología debe de repensar los problemas culturales e históricos, así como las cuestiones filosóficas y científicas que hacen avanzar a África en el contexto del mundo contemporáneo con su contribución específica. Evidentemente, África debe avanzar, pero tendrá que hacerlo basándose en una exigencia de perspectiva de las culturas africanas negras que se remontan a CiKam y de la racionalidad moderna: recrear África epistemológicamente a través de las premisas de una nueva filosofía sin duda, basada en la experiencia científica, y que algún día reconciliará al hombre consigo mismo. La existencia de la egiptología africana permite la novedad y la riqueza de la conciencia cultural como poder creativo.
EE El análisis pormenorizado del proceso de formación del llamado Estado africano y su fracaso, sesenta años después de su proclamación, permite extraer una primera conclusión:
El análisis minucioso de la situación política en África, permite concluir que, desde el principio, los colonizadores europeos jamás consideraron seriamente la posibilidad de promover la creación de un Estado fuerte y soberano en África, porque ello habría supuesto liberarlo del lastre colonial que, a efectos prácticos, habría significado su funcionamiento libre y competir con él en todos los aspectos.
Si a este hecho le sumamos otros factores como la posición asignada a África en la división internacional del Trabajo (DIT), la irrupción en el continente de las potencias salidas del fin de la II Guerra Mundial y las diferentes estrategias de intromisión que han ideado estas para asegurar su presencia permanente en el continente, la incompetencia de los dirigentes que se dedicaron a conspirar contra los líderes independentistas africanos, para sucederles, la conclusión es clara:
el llamado Estado africano actual, más que fallido, es ficticio, por eso es necesario continuar la lucha hasta alcanzar la independencia plena, en el sentido más estricto del término, como está demostrando la recién creada Alianza de Estados del SAHEL formada por Burkina Faso, Malí y Níger.
Nuestra propuesta se centra en revisar el proceso seguido en la formación del Estado africano, identificando los obstáculos, tanto internos como externos a su consolidación, desde su proclamación hasta nuestros días. Su evolución, su estado actual y sus perspectivas futuras, con mención especial a todas las iniciativas que se han venido promoviendo, desde que fue proclamada la independencia y sus resultados para revertir la situación descrita, incluida una mirada final a la recién creada Alianza de Estados del SAHEL, como la alternativa de cambio, más seria que hay actualmente en marcha.
Una interrogación hecha por alguien que parte del ámbito de conocimiento filosófico, tras haber descubierto que, desde el punto de vista interdisciplinario, la historia de la Pedagogía africana es tan antigua como la existencia o la realización de sus culturas, como ha ocurrido en otras civilizaciones, ha creído oportuno reflexionar sobre la cuestión. De acuerdo con este supuesto, aunque que el título de la alocución se refiera a la preferencia por una Pedagogía africana contemporánea, sin embargo, al desarrollarse en un presente que se apoya en su pasado y se proyecta hacia el futuro, constaría fundamentalmente de tres partes. La primera de ellas, trata de los contenidos de dicha Pedagogía en el periodo ancestral o tradicional. La segunda, revela su encuentro o choque con otras culturas, caracterizada por la impronta o la huella de la acción colonial y su permanente herencia neocolonial. Y, por fin, la tercera, la contemporánea que, como cabía esperar, implica un nuevo esfuerzo múltiple, progresivo y regresivo, positivo y negativo, que no se detiene exclusivamente en lo que concierne a la contemporaneidad sino también a la coetaneidad.
En estos términos en que se plantea el tema, se ve obligado a retroceder a una experiencia anterior para recordar que los organizadores de un congreso que se celebró en Las Palmas de Gran Canaria, en 2017, le invitaron a que disertara sobre “Educación universitaria postcolonial en África”. En esta apuesta, aunque hubiera asistido con mucho gusto a la cita, sabía de antemano que no sería capaz de satisfacer la curiosidad de los anfitriones, simplemente porque, desde 1960, fecha del acceso masivo de los países africanos, sobre todo francófonos, a la independencia ficticia, como la llamaron las autoridades coloniales francesas, hasta hoy no ha habido nunca una “educación universitaria postcolonial en África”, sino más bien una “educación universitaria neocolonial”,