El panel “Deporte y Ocio en África” es una iniciativa de la “Red Internacional para el Deporte y el Ocio en África” (RIDLA), actualmente en construcción. La RIDLA reúne a académicos y personas interesadas en profundizar y difundir conocimientos sobre el deporte y las actividades de ocio en África. Desde 2010, la RIDLA ha organizado siete congresos en Lisboa, Oporto, Río de Janeiro, Salvador y Maputo, buscando crear un sólido intercambio de documentación escrita e iconográfica, testimonios, reflexiones y trabajos sobre el deporte y el ocio en el continente africano.
Con el fin de consolidar el campo al que se dedica la RIDLA, este panel pretende promover reflexiones, a través del intercambio de experiencias e investigaciones en las diferentes áreas de los Estudios Africanos, sobre las múltiples manifestaciones e implicaciones de las prácticas de ocio y deporte en el continente.
El panel acogerá ponencias sobre las historias y los significados políticos, sociales, culturales y de otro tipo de los fenómenos del deporte y el ocio en África, desde los más populares y tradicionales hasta los más urbanos y eruditos. Estos procesos supusieron la incorporación por parte de las poblaciones africanas de las diversas lenguas de nuevas creaciones culturales, a través de las cuales se reelaboraron los significados de las experiencias africanas y/o universales, aspectos fundamentales para analizar las múltiples facetas, a menudo tortuosas, de la modernidad construida en el continente.
Hasta hace muy poco, la investigación sobre las manifestaciones deportivas, el ocio y el tiempo libre, especialmente de carácter histórico y limitada a los países africanos de habla portuguesa, ha sido descuidada en los estudios sobre contextos coloniales y poscoloniales (Melo y Bittencourt, 2010; Marzano y Nascimento, 2013; Nascimento, 2013).
Este campo de investigación ha crecido exponencialmente en los últimos quince años (Caderno de Estudos Africanos nº 26, 2/2013). Destacamos los diferentes enfoques que han llamado la atención sobre las múltiples relaciones entre deporte, ocio, experiencias africanas y proyectos de modernidad, especialmente al tratar temas como la deportivización y el uso del tiempo (Bosslet, 2017), el deporte y el ocio integrados con la cultura popular, las lógicas de mercado y los procesos de expansión capitalista (Domingos, 2012 y 2021; Bittencourt, 2017), la relación de ambos procesos con fenómenos de disciplinarización de los espacios, los cuerpos, el tiempo y la explotación del trabajo africano (Nascimento, 2013; Melo, 2020; Pereira, 2020), así como con los debates sobre las identidades y la construcción de la nación y los estados africanos (Melo, 2017; Chambel, 2022) y los desafíos políticos de las prácticas deportivas, culturales y de ocio en los contextos nacionales africanos (Africana Studia nº 34, 2/2020; Africana Studia nº 36, 2/2021).
Para ello, se invita a presentar propuestas de ponencias sobre los siguientes temas:
– Las múltiples relaciones entre los espacios de ocio, las ideologías del ocio, la deportivización de las sociedades y los proyectos coloniales;
– Sociabilidades y resistencia en la época colonial y postcolonial;
– Ocio, deporte y lógica del consumo cultural;
– El ámbito del turismo desde una perspectiva histórica y/o de las ciencias sociales;
– Contextos económicos y sociales del deporte y el ocio en África: mercados y mundos de trabajo;
– Movimientos asociativos en torno al deporte y el ocio en diferentes contextos históricos;
– El ocio y las prácticas deportivas en los debates sobre las identidades nacionales y las disputas internacionales;
– Políticas de deporte y ocio en los países africanos.
Bibliografía:
Africana Studia nº 34, 2/2020, Culturas populares e urbanas em África, Porto, CEAUP
Africana Studia nº 36, 2/2021, Desporto e poder em África, Porto, CEAUP
Bittencourt, Marcelo (2017). “O futebol nos musseques e nas empresas de Luanda (1950-1960)”. Análise Social, 52(225), 874–893.
Bosslet, Juliana (2017). “Lazer em Luanda: o controle do tempo livre dos trabalhadores e a manutenção da ordem colonial (1961-1975)”. Análise Social, 52, 225: 830-847.
Caderno de Estudos Africanos nº 26, 2/2013, Em torno das Práticas Desportivas em África, Lisboa, CEI – ISCTE-IUL.
Chambel, Magdalena Bialoborska. Dêxa puíta sócó(m)pé. Música em São Tomé e Príncipe do colonialismo à independência. Lisboa: Centro de História da Universidade de Lisboa, 2022.
Domingos, Nuno. Futebol e colonialismo: corpos e cultura popular em Moçambique. Lisboa: Imprensa de Ciências Sociais, 2012.
Domingos, Nuno (Org.). Cultura Popular e Império: as lutas pela conquista do consumo cultural em Portugal e nas colónias. Lisboa: Imprensa de Ciências Sociais, 2021.
Marzano, Andrea; Nascimento, Augusto (2013). “O esporte nos países africanos de língua portuguesa: um campo a desbravar”. Tempo, 17, 34: 53-68.
Melo, Victor Andrade de; Bittencourt, Marcelo (eds.). Mais do que um jogo: o esporte e o continente africano. Río de Janeiro: Apicuri, 2010.
Melo, Victor Andrade de. (2017). “Para o bem da nação: usos políticos do desporto na Guiné portuguesa (1949-1961)”. Análise Social, 52, 225: 848–872.
Melo, Victor Andrade de Melo. Jogos de contrastes: O esporte na Guiné Portuguesa. Río de Janeiro: 7Letras, 2020
Melo, Victor; Bittencourt, Marcelo y Nascimento, Augusto (2018). “Sport and Colonialism in Lusophone Africa — An Introduction”. The International Journal of the History of Sport, 2018, 35, 4: 293–295.
Nascimento, Augusto… [et al.]. Esporte e lazer na África: novos olhares. Río de Janeiro: 7Letras, 2013.
Nascimento, Augusto. Desporto em vez de política no São Tomé e Príncipe colonial. Río de Janeiro: 7Letras, 2013.
Pereira, Matheus Serva. Grandiosos batuques: tensões, arranjos e experiências coloniais em Moçambique (1890-1940). Lisboa: Imprensa de História Contemporânea, 2020.
Crédito de las imágenes: Adiodato Gomes (mural en Maputo) y Augusto Nascimento (portería en Mauricio).
Este panel pretende debatir sobre el derecho y la política en relación con los africanos queer. En 2023, Uganda estaba en el centro de la preocupación mediática internacional cuando el Parlamento del país votó y aprobó un nuevo proyecto de ley que criminalizaba la homosexualidad y las identidades queer, casi diez años después del primer proyecto de ley, en 2014 (CNN, 2023). Varios países adoptaron leyes similares a mediados de la década de 2010, concretamente Nigeria y Gambia, y muchos otros están debatiendo ahora nuevas formas de criminalizar lo que se percibe como sexualidades desviadas e identidades queer. En un estudio comparativo entre Uganda y Nigeria, Amusan, Saka y Adekeye (2019) descubrieron que la legislación contra la homosexualidad en ambos países inculcaba políticas conservadoras y religiosas. Del mismo modo, un primer estudio de Rita Schäfer y Eva Range (2014) demostró la politización de la homosexualidad en algunos países (entre ellos Uganda). Estudios recientes siguen corroborando las mismas conclusiones y subrayan una situación agravante para las personas LGBTIQ en toda África (Nkom et al, 2023). En este contexto legal y social, los derechos fundamentales de las personas LGBTIQ están al límite, ya que algunos países simplemente niegan el acceso a los derechos básicos a las personas sospechosas de ser homosexuales (Matebeni, 2021). La respuesta de la comunidad internacional a estos movimientos debe conducirse con cautela, ya que puede percibirse como imperialismo e injerencia externa (Brown, 2023). Pero África no es una sola pieza en este ajedrez. Otros países están siguiendo un camino muy diferente, rechazando la legislación colonial y adoptando una legislación más protectora. Es el caso de Sudáfrica (Christiansen, 2019), Botsuana (Lekgowe, 2023) y Angola (Garrido, 2019). A pesar de que los sudafricanos demuestran tener mejores registros sobre orientación sexual, cambiar la ley es sólo una parte del camino hacia la igualdad y la dignidad. Con este telón de fondo, este panel plantea las siguientes preguntas: ¿Qué lugar ocupan las personas queer en las sociedades africanas? ¿Cómo puede la ley ser una herramienta útil para la inclusión de las personas queer? ¿Es posible que las leyes africanas sean maricas? ¿Y cómo pueden los movimientos sociales utilizar el derecho y la política para dialogar y defender la diversidad, el respeto y la dignidad? Serán bienvenidas las ponencias que traten sobre lo queer en África desde perspectivas jurídicas y políticas.
La sesión sobre la (re)naturalización de los Ríos Urbanos brindará la oportunidad de debatir sobre los retos urbanos a partir del tema de los ríos urbanos, especialmente en lo que respecta a su regeneración, contextualización socioespacial e implicación y participación de las comunidades ribereñas. La sesión pretende crear un espacio para debatir y destilar diferentes concepciones de la ciudadanía y su papel en la mejora del medio ambiente, la conservación de la biodiversidad y la creación de resiliencia urbana y social. El panel permitirá debatir y compartir experiencias sobre el contexto de los ríos que atraviesan zonas urbanizadas, destacando la necesidad de su integración en el tejido urbano, a partir de la percepción de los problemas socioambientales y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La regeneración de los ríos urbanos en África es un esfuerzo esencial para abordar los numerosos retos medioambientales y sociales a los que se enfrentan las ciudades del continente, que crecen rápidamente. Con muchas ciudades africanas que sufren altos niveles de contaminación, sistemas inadecuados de gestión de residuos y recursos hídricos cada vez más escasos, la revitalización de los ríos urbanos puede desempeñar un papel crucial en la mejora de la calidad del agua, el aumento de la biodiversidad y el fomento del bienestar de la comunidad. Iniciativas como la restauración de los hábitats ribereños, la creación de infraestructuras verdes y la implantación de sistemas de drenaje sostenibles son componentes clave del éxito de los proyectos de regeneración fluvial. Además, la participación de las comunidades locales en los esfuerzos de conservación y la promoción de prácticas sostenibles de uso de la tierra son esenciales para garantizar el éxito y la resistencia a largo plazo de estas iniciativas. Al dar prioridad a la regeneración de los ríos urbanos, las ciudades africanas no sólo pueden mejorar su resistencia a los efectos del cambio climático, sino también crear entornos más saludables y habitables para sus residentes. Es importante recordar que el agua y los entornos acuáticos proporcionan importantes servicios ecosistémicos (Rolo et al., 2017; Mas-Ponce et al., 2023) y que las ciudades y los ecosistemas urbanos son cada vez más vulnerables a los efectos del cambio climático, 2023) y que las ciudades y los ecosistemas urbanos son cada vez más vulnerables a los efectos del cambio climático, cuyos impactos son multisectoriales (Chapman, 2019; Marlès Magre et al., 2020; Van Der Borght & Pallares-Barbera, 2023; Pujantell Albós et al., 2020; Aragão & Smaniotto, 2023). La regeneración de los ríos degradados en los países desarrollados y en vías de desarrollo varía significativamente debido a factores medioambientales y socioeconómicos propios de cada región. A pesar de estas diferencias, existe una creciente preocupación y reconocimiento de la importancia de preservar los ríos que atraviesan las ciudades como ecosistemas vitales que proporcionan numerosos servicios ecológicos y beneficios culturales a la sociedad. Aunque existen innumerables casos paradigmáticos en los países industrializados, sabemos poco sobre lo que ocurre en las ciudades del continente africano, más allá de los graves retos medioambientales y la extrema vulnerabilidad al cambio climático. En el contexto de la Regeneración de Ríos Urbanos, los proponentes presentan experiencias académicas y prácticas, y son miembros de la red Cyted RUN (NATURALISED URBAN RIVERS) – Ciencia ciudadana y co-creación como medios de regeneración fluvial y minimización de riesgos (https://www.cyted.org/RUN-RIOS-URBANOS-NATURALIZADOS) y tienen varios proyectos y publicaciones en el contexto de la regeneración de cursos de agua, desarrollo sostenible, biodiversidad y servicios ecosistémicos, procesos participativos, ciencia ciudadana, gobernanza, agencia y empoderamiento ambiental y territorial. Aportamos una gran experiencia para fomentar un debate activo y participativo. Temas interesantes (lista no exhaustiva):
– Casos de recuperación, Regeneración y descontaminación de ríos urbanos
– Consecuencias de la contaminación del agua
– Percepción de los problemas socioambientales y de los ríos
– La consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – la contribución de la regeneración fluvial
– Cuestiones y problemas relacionados con las características y usos locales específicos de la ciudad – relación río – medio ambiente
– Factores que promueven la alteración/deterioro del medio acuático – retos y soluciones basadas en la naturaleza Retos y soluciones basadas en la naturaleza
– Diseño urbano y ríos – Diseño urbano sensible al agua
– Paisajes fluviales urbanos
– Dinámica paisajística e inserción del agua en la ciudad
– Infraestructura verde y asociación con la infraestructura azul y gris
– Procesos participativos y cocreativos con las comunidades ribereñas – Actuación en territorios no planificados – Problemas, desafíos y soluciones
– Activismo social y promoción de cambios sociales, políticos, culturales o ambientales
– Ríos y actividades al aire libre, deportes en la naturaleza – Gestión de los ciclos del agua y reducción de las vulnerabilidades ambientales y sociales
– Promoción de la educación ambiental y territorial y el papel del agua y los cursos de agua
– Fomento de iniciativas de cooperación entre Iberoamérica y África
– Vigilancia ambiental, teledetección y gestión de políticas públicas vs datos abiertos
– Educación para el desarrollo y la ciudadanía ambiental global y la narrativa de los ríos.
DELIMITACIÓN: Al igual que la ciencia política, este panel interesa a todas las demás ciencias sociales. Se centrará en el movimiento de grupos terroristas, bandidos armados, pequeños grupos, la mayoría de ellos estatales, y los ejércitos de los países de la AEE en la lucha contra el terrorismo. Este documento se propone comprender las dinámicas territoriales en curso en el Sahel y cómo se relacionan con la movilitý transfronteriza de los grupos yihadistas. También se tratará de poner de relieve las diferentes características de la movilidad en el Sahel, que se enfrenta a grandes dificultades. Se utilizará un enfoque cualitativo para comprender mejor los retos de la movilidad transfronteriza en el Sahel. Estado actual de los conocimientos: En la actualidad, la movilidad transfronteriza entre los Estados del Sahel se enfrenta a grandes dificultades. A la población del Sahel le resulta difícil salir de un extremo a otro por motivos de inseguridad. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos por combatir la inseguridad, el bandidaje, los atentados y la delincuencia transfronteriza forman ya parte de la vida cotidiana de ciertos sectores de la población que carecen de actividades para mantenerse. Además de este aspecto, la inmensidad de los territorios nacionales hace que estas actividades estén menos controladas, y las fronteras son terreno fértil para todo tipo de actividades delictivas. La intervención de varios actores nacionales e internacionales no ha podido acabar con estas lacras. El resultado es que las comunidades se consideran una fuente de protección. Como consecuencia, cada vez es más difícil desplazar a las personas y sus pertenencias por la zona. La reducción de la movilidad transfronteriza ha creado conexiones ilegales con raíces locales, lo que ha permitido a grupos armados no estatales hacerse con el control de zonas fronterizas no controladas por el Estado. Esta idea reconforta la situación en el Sahel, donde la movilidad adopta muchas formas. Algunos lo hacen en forma de actividades económicas, otros lo ven como experiencias y aventuras. En 1927, el investigador ruso-estadounidense Pitirim Alexandrovitch Sorokin publicó en Estados Unidos un libro titulado “Movilidad social”, que conceptualizaba la movilidad desde dos ángulos. Tenemos “movilidad vertical”, que es un cambio de posición en la escala social, que puede ser ascendente o descendente. “Movilidad horizontal”, que se refiere a un cambio de estatus o categoría social que no implica ningún cambio de posición relativa en la escala social (por ejemplo, un cambio de estructura familiar por divorcio o matrimonio, un cambio de pertenencia a un grupo religioso o político, o un cambio de trabajo con el mismo nivel de cualificación y salario). Principalmente, la movilidad transfronteriza se refiere a cualquier movimiento o traslado de personas de un estado a otro con fines económicos, sociales o culturales. Junto a esto, tenemos otra forma de movilidad transfronteriza, el movimiento de grupos armados no estatales entre los distintos países del Sahel, con una agenda bien establecida para su aplicación (delincuencia transfronteriza, bandidaje, etc.). En cuanto a la gobernanza de la seguridad, se trata de un sistema en el que la tranquilidad pública está controlada por el Estado y nadie está expuesto a amenazas. Esta gobernanza de la seguridad abarca diversos tipos de seguridad, como la seguridad personal, social, alimentaria, política, económica, jurídica, judicial y financiera. Sobre la base de estas ideas, las fronteras como realidad social, económica, cultural y política afirman una auténtica eliminación de las barreras que permiten el desarrollo comunitario entre los pueblos fronterizos por razones históricas. Los Estados del Sahel necesitan reconfigurar sus territorios para hacer frente al reto de la movilidad y la circulación de la información. La conexión económica transfronteriza disipará la soberanía de los estados del Sahel y reforzará la lucha actual contra la inseguridad y la hibridación cultural entre las naciones de diferentes estados. Tener en cuenta los factores locales será una obligación para el desarrollo de la economía local entre los países fronterizos. La hipótesis de la investigación supone que la reconfiguración territorial facilita la apropiación de las paradojas identitarias y facilita la libre circulación de bienes y servicios. La gobernanza de la seguridad es una alternativa para la paz y la seguridad.
Nuestro futuro es urbano. Cuando se lanzaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se predijo que en 2050 dos tercios de la población mundial viviría en ciudades. La urbanización es un proceso de transformación demográfica, espacial, económica, medioambiental y sociocultural de las sociedades, mediante el crecimiento y los desplazamientos de la población; la transición de medios de vida agrarios a economías monetarias basadas en el comercio, los servicios o la industria; el aumento de la distancia entre los lugares donde se extraen y consumen los recursos y se gestionan los residuos resultantes; la expansión de los asentamientos y la aglomeración de personas e infraestructuras; la transición de relaciones e identidades étnico-familiares a socialidades heterogéneas y cosmopolitas (Satterthwaite y Tacoli, 2003; Jenkins, 2013; Naciones Unidas, 2018). Estos procesos se han producido gradualmente a lo largo de la historia humana, desde el inicio de la producción agrícola y la sedentarización, y se han consolidado durante la Revolución Industrial. A mediados del siglo pasado se produjo una espectacular aceleración de la urbanización de las sociedades del llamado “Sur Global”, desde ciudades ancestrales y coloniales que se convirtieron en capitales de nuevos estados independientes y crecieron exponencialmente, hasta centros urbanos que acogieron el éxodo rural producido por las luchas de liberación nacional, los programas de ajuste estructural socioeconómico y la apertura global a la economía de mercado. Por eso se considera que vivimos en la “revolución urbana” (Lefebvre, 1970). En el continente africano, los procesos de urbanización han tenido lugar en contextos histórico-geográficos específicos y, aunque similares a los de las ciudades de todo el mundo, los centros urbanos africanos presentan características peculiares derivadas de los legados coloniales, las prácticas extractivistas neoliberales y una industrialización limitada (Fay & Opal, 2000; Anderson et al, 2013). El rápido aumento de la población urbana, la informalidad y la migración circular, la interdependencia con los territorios rurales adyacentes, las relaciones sociales impregnadas de ruralidad y las formas híbridas de gobernanza entre autoridades consuetudinarias e institucionales caracterizan estos procesos de urbanización (Pieterse y Parnell, 2014; Pieterse, 2017). Sin embargo, el estudio de la formación y el desarrollo de las ciudades surgió formalmente a partir de los fenómenos de urbanización observados en Europa y Norteamérica a partir del siglo XIX. Fue el resultado de la industrialización y el crecimiento económico, del éxodo rural y de la aparición de la burguesía y el proletariado como nuevas clases sociales. La urbanización euroamericana se ha tomado como paradigma del “desarrollo” y la “modernidad” urbanos, y la racionalidad, la eficacia y, más recientemente, el desarrollo “verde” e “inteligente” se han convertido en condiciones del “éxito” urbano en comparación con el “resto del mundo” (Robinson, 2006). Este eurocentrismo, basado en la diferencia, la separación y la jerarquización, se materializó en supuestos normativos sobre “otras ciudades” como lugares problemáticos de caos y fracaso, rechazando sus características intrínsecas, sus desarrollos alternativos y sus modernidades originales (Simone, 2004). La sociología urbana positivista pretendía formular teorías generalizables y predecir la evolución futura de las sociedades urbanas, utilizando modelos matemáticos y análisis estadísticos para probar las hipótesis (Koch y Latham, 2017, eds.). Este enfoque cuantitativo de las ciudades como redes de infraestructuras, burocracia y tecnología descuida sus dimensiones cualitativas, sensoriales y vividas; ignora las fuerzas estructurales que dan forma a las ciudades -capital, clase y política- en sus contextos territoriales e históricos, y sus productos de fragmentación y jerarquización espacial e injusticia social, especialmente para los habitantes pobres y las minorías étnicas (Mbembe y Nuttal, 2004; Koch y Latham, 2017, eds.). Pero ver las ciudades como el resultado de interacciones económicas e institucionales también ignora otros tipos de división además de la de clase -como la raza, la religión y el género- y devalúa las iniciativas de los urbanitas que cocrean la ciudad, considerados víctimas de fuerzas estructurales; la gobernanza formal es sólo una cara de la vida urbana, ya que las redes informales de interacción desempeñan un papel fundamental en la prestación de servicios, la resolución de problemas y la creación de oportunidades (Simone, 2004). Además, las sociedades anteriormente colonizadas no pueden comprenderse plenamente sin abordar las repercusiones del colonialismo, especialmente en lo que se refiere a la producción y difusión de conocimientos. Así, los académicos urbanos contemporáneos reivindican las “otras ciudades” como igualmente válidas para forjar la teoría urbana, ya que en cada una de ellas pueden observarse características comunes de la urbanización y la globalización, a distintos niveles y escalas (Robinson, 2006). Los urbanistas interdisciplinarios proponen comparaciones horizontales en lugar de jerarquías verticales para captar los motores de la (trans)formación urbana: cómo hacen y viven las ciudades sus habitantes en sus vidas materiales, significados subjetivos e interacciones colectivas; con sus retos cotidianos y las estrategias que definen para superarlos (Myers, 2001; Parnell y Pieterse, 2016; Patel, 2016). Esta crítica cuestiona los modelos exógenos, las teorías y los métodos de investigación que se adaptan mal a los contextos de frágil gobernanza, irregularidad de los datos, grandes necesidades humanas y seguridad inestable de muchas ciudades globales. Los métodos colaborativos, interdisciplinarios, comparativos y mixtos de coproducción de conocimientos pueden abarcar las complejas dimensiones cuantitativas y cualitativas de lo urbano y crear puentes entre académicos, responsables políticos, profesionales y urbanitas para estimular un desarrollo urbano positivo. Las voces no académicas del cine, el arte, la fotografía, el periodismo y la literatura deben aceptarse como válidas para analizar, teorizar y comunicar la ciudad. Los académicos-activistas contemporáneos abogan por la “descolonización” de la investigación científica, pasando del “extractivismo” académico a la colaboración, conscientes de la dinámica de poder entre investigadores y participantes y de los productos científicos convencionales que la refuerzan (Parnell & Oldfield, 2014, Eds.; Gubrium & Harper, 2016 ; Marrengane & Croese, 2020, Eds.). Un ejemplo de esta crítica es el constructo del Urbanismo del Sur, formulado por académicos del Centro Africano de Ciudades de la Universidad de Ciudad del Cabo (Pieterse, 2015; Schindler, 2017), basado en la rápida urbanización de los continentes africano y asiático: las teorías arraigadas en realidades diversas (teoría fundamentada) y la experimentación metodológica interdisciplinar con herramientas participativas y proposiciones endógenas son cruciales para producir conocimientos útiles para el desarrollo urbano y la sostenibilidad. Otros constructos decoloniales como el Conocimiento Indígena (Owusu-Ansah & Mji, 2013) y la Investigación Relacional (Gerlach, 2018) vinculan la producción de conocimiento a contextos histórico-culturales específicos, rechazando la “neutralidad objetiva” del positivismo eurocéntrico y argumentando que el conocimiento también es experiencial y colectivo. Estos constructos cuestionan la teoría urbana dominante y son útiles para analizar críticamente las ciudades. Dentro de este marco teórico, el objetivo de este panel es invitar al debate sobre los enfoques decoloniales de los estudios urbanos en el continente africano, que analizan los fenómenos y procesos espaciales, sociales, económicos, medioambientales o políticos de la urbanización contemporánea, utilizando diversos conceptos teóricos y prácticas metodológicas.